domingo, 11 de abril de 2010

¿Dónde están los 3.498?








En estos días, solamente aprecio la imagen de dos jueces: uno es Baltasar Garzón, y el otro Luciano Varela. Y me pregunto dónde están los 3.498 restantes.


- ¡Salgamos a la calle a apoyar a Garzón!


Si, bien. Pero yo me pregunto, dónde está la solidaridad de los 3.498 jueces que faltan.


Por qué Garzón está soportando en su persona lo que es deber de Juzgados y Tribunales: garantizar la independencia judicial.


Y aunque es tarea también de la ciudadanía, de todos los que conformamos un estado de Derecho...uno se pregunta si esta orquestación de poder tiránico y traidor no nos está sino preparando un escenario macabro en el que casualmente, el resto de los jueces -salvo estas dos honradas excepciones- ha hecho mutis por el foro.


Falange y manos limpias han planteado una querella contra Baltasar Garzón a comienzos del siglo XXI. El escenario es el de hoy y no el de ayer. Y lo recuerdo porque si fuera ayer, nadie dudaría de su autenticidad.

¿Desde dónde se observa al juez Baltasar Garzón? ¿Desde Madrid, Argentina, Alemania, Italia, Francia o Estados Unidos?
Insisto en la pregunta: ¿Dónde están los 3.498?

¿Y dónde el gobierno y la oposición? ¿Dónde está el Estado de Derecho? ¿Solamente está en el juez Baltasar Garzón?
(Dónde está la rabia, dónde la vergüenza)

Si el mundo sabe de procedimientos que no se ajustan a Derecho gracias a Baltasar Garzón, ha de saber además - y por lo tanto- de los que estamos padeciendo los ciudadanos.

Nos abren procedimientos sin pruebas y asistimos impotentes a la vulneración de nuestro Derecho a la defensa. Lloramos porque se atenta contra la ley por la que hemos trabajado, defendido, sufrido, levantado y pagado. Lloramos por nuestros hijos, por las agresiones de las que somos objeto, como si nuestra vida no nos perteneciera. Y fuera, por poner el caso, la excusa para algún juego feroz.

¿Dónde están los 3.498 que faltan? ¿Acaso les ahogaron la voz? ¿Cortaron sus manos? ¿Quien les cerca? ¿Por qué nos dejaron solos?
Quizás solamente sea cuestión de cobardía, quizás. De ahorrarse un dinero. De pervertir el mundo. Quizás... porque enredar a la víctima es tarea de cazadores; y no gobiernos democráticos. Mucho menos de jueces.

Pero hoy resulta que ya todos son cazadores. Que los lobos ya están capturados.

Si, este gobierno que nos quiere ignorar. Esta oposición que inauguró la temporada de caza, como si fuéramos gente de coto. Esta misma que nos obligó a convivir entre lobos y nos trató de sospechosos por apartarnos. La que nos privó de seguridad a los desheredados. La misma que hoy estrecha la mano de un gobierno que tan bien ha llevado a cabo sus políticas.


Pero ¡Ay! cuando creímos todavía en la independencia del poder judicial nos encontramos con que no. Que ya se estaban manifestando. Y ahí quedó todo, por lo visto.
Pero lo que estoy viendo - lo que están viendo -es que el juez Baltasar Garzón lo arriesga todo.
No duda que lo merecemos.



Mientras se le organizaba una campaña de protagonismo rastrero, ruin, pavoroso e insultante, solicitó ayuda internacional. Mientras se deformaba su servicio a la ciudadanía - esta que ha pagado su trabajo sin rechistar como al resto ,hasta ahora y sin sobre plus- en los medios de comunicación y los delincuentes aprovechaban para reorganizarse, buscó - como un ciudadano español- un abogado.
¿Se le juzga como juez o como ciudadano? ¿Se nos juzga a todos?

Campañas que son traiciones como redadas. Un atentado contra el que luchamos con todas nuestras fuerzas todos los que la padecemos. Porque también es nuestra.
Se nos dieron Derechos para que los protegiéramos contra viento y marea. Para que plantáramos justicia. Como arma contra las bombas y los robos, y la tiranía de los que los esconden. ¿Quien se atreverá a decirnos que han "caducado"?
De quién son los jueces, entonces ... ¿Se les deja servir al Estado de Derecho Democrático?
¿Dónde se encuentran los 3.498 a los que también deseamos apoyar?

1 comentario:

espe-laveletavarada dijo...

Querida Belén: Vivimos en un mundo fatuo, ¡donde todo es mentira! y los defensores de los olvidados...los destruyen, para seguir en sus poltronas "calentitas".
Y yo también pregunto ¿donde esta la decencia?. Un abrazo..