domingo, 21 de diciembre de 2008


Me he perdido un poco con el tema de la Navidad. No es por el tema de la crisis, porque los años pasados también me pasó lo mismo y el anterior, y el anterior y el otro.

Yo me imagino el cordero asado crujiendo, pero cuando voy a comerlo- y aunque lo haga- no disfruto.

Televisan que antes la gente comía cocido, pero no me lo creo. Porque las de las fotos debían de comerlo casi todos los días; y para disimular lo sacaban también en la foto y escondían en los armarios o bajo la mesa lo otro.

Creo que el buen gusto está en las compañías. En la familia. Pero en la que se nos prometió que íbamos a elegir o a la que íbamos a pertenecer. Y luego, no aparece nunca.

Y la vas cogiendo a retazos y de la forma que puedes, y te cansas.

Por eso lo de la cancióncico. Y lo del agua achampañada. Y lo de las uvas.

Veo que la gente se ríe y se felicita y para colmo, no se atraganta (¡qué gargantazas tienen! ... Jajaja, Es para comerte mejor). Entonces pienso que igual sólo me dan las uvas a mi. O que igual les da igual no tener familia. O que les gustó cómo les tocó la que les tocó...En fin, no se. Como funcionan con lo del vivo al bollo sin bollo y que por algo se empieza, pues tira, tira. A algún sitio llegarás. También hay que decir que en España no se come pavo, y eso quieras que no debe de dar moral.

Aunque creo que igual de aburridas deben de ser las navidades en Holanda o en Francia o en Noruega.

Este año les ha tocado a los chinos. Yo también me río, pero no de lo que ellos se ríen. En realidad me hace gracia que se rían. Porque a ellos tampoco les toca, y sin embargo lo celebran de verdad. Y es algo contagioso.

A este paso les obligo a celebrarlo conmigo aunque se que dirían que no, porque siempre piensan que va a venir la policía. O al menos eso me dicen cuando entienden algo parecido a la diversión. No se cómo pueden pagarla en China si casi no les hace falta. Con poner una pantalla bastaría.

Creo que su navidad cae sobre febrero. Como mienten tanto y se lo toman raro ya me he perdido. Y lo que me preocupa es el acorde: ¿Cómo vamos a ajustar calendarios? Porque una chorarada de este estilo puede causar serios problemas biorrítmicos. Esa sensación de yo vivo a día de x para esto y consumo x o trabajo y para día de esto otro...

Y ya van años que la gente lo ha pillado y se supone un síntoma de dejadez cuando es de alerta. Y además no se dice nos vemos el 11 jueves sino que se dice te lo confirmo de víspera o el miércoles. Es una mala señal. Porque el que dice lo primero te hace creer que le va bien y que controla. Y en realidad está comiendo a costa de todos, sin aportar nada, ni mejorar nada. Bueno: y ni mojarse.

- Qué vamos a hacer

- ¿A hacer de qué? (para ganarse puntos)

- Pues agarrarnos a la iglesia o a la tradición o al modelo bancario, o al británico.

- Pues aguantar hasta que mejore la cosa

- ¿Qué cosa? (Esto ya mejor ni preguntarlo. Porque la gente miente más de lo que habla y no hay tal cosa más que la que pelotean)

- Pues a aguantarse (El que pueda, digo yo. Porque estos sacrificios no tienen nombre. Porque si sólo fuera el año, pues vale. Pero es que siempre está todo por arreglar o por hacer. Y ahora encima, que no tiene arreglo).
- Lo peor es hacer mala sangre (Y en eso tienen razón)
Pero los chinos la tienen, ojo. Lo que pasa es que no los hemos pillado. Y da palo porque lo de la calidad no se ha visto todavía claro. Y luego está ese exacerbamiento con la perfección cuando representan para el poder o para sus dirigentes. Esa contorsión bárbara para decir todo lo mío es tuyo y yo soy privilegiada por poder hacértelo ver. Bufff. Te deja con las ganas de decir, díselo siempre tú que yo me voy a por (no, tabaco no que se pierde) ¿a por vainas?
-Esto ya es demasiao, quillo. Ya ni perderse por el monte.
Si- le contesto- pero no lo digas mucho porque les molesta el tema del ruido y el del olor.

(Que yo ni lo creo; pero supongo que es para que no haya queja y ganar tiempo)
A mi, lo de la vaina me repugna. Porque no creo que el tema del mestizaje vaya en serio. Quizás cuando todo el que se haya adaptado, y porque hay gente muy generosa, se acepte sin más el perder las raíces. Pero mucha gente no querrá. Lo digo por la importancia que le dan al hecho de que su hijo tenga sus genes.
De cualquier forma, a todos nos va a tocar cambiar y cómo no sabemos mucho, el nacimiento se está retardando.
Porque desde el punto de vista religioso el recordatorio no necesita prueba ni celebración repetida anualmente. No es preciso, digo. Y a nadie le multarían por sentirlo o celebrarlo cualquier otro día o en otro momento. Y además, está superado el hecho del nacimiento. No así otras pruebas como la transfiguración. Que se ponía en duda hace 30 años cuando los sabios quincuagenarios se hartaron de decirlo. Porque la concepción- anterior al nacimiento- no está superada y no se celebra en otro mes con regalos y meriendas, tertulias, etc.
Navidad navidad dulce navidad al calor del fuego y a coger fuerzas hasta febrero. Y el parón; a veces bestial a veces abismal, esta vez real. Algunos para la reflexión sobre la vida eterna, a otros para modificar la forma de la visión, a otros para hacer cuentas o cuentos. Y para los que más suerte tienen, para jugar.

Me estaba pensando algún currito de recogida o reciclaje de sobras por y para el bien de todos, pero por ahí tampoco: porque en navidad se trabaja siempre con ilusión y a partir de ahí es caridad . No hay que pensar en dinero. Y si ésto último se pierde, con los chinos o sin ellos, no me importaría. Porque cuando la palabra empiece por g o por j, entonces si que me callaré. La c de casa, no. Y además porque casi todo lo que termina en dad, es abstracto. Poco legislable y cuantificable. Y por si acaso las personas bien que se cuentan.

En fin, quería decir que si el niño viene chino, no le voy a hacer reparos. A mi los niños, me gustan todos. No hay raza que no sea bienvenida. Y que el mundo se pueble, y que llegue para todos. Y que si no nos podemos ver más que en la red, va a ser un poco estresante si el espacio y el tiempo obligados para la superviv..ia, será el que digan los del vainómetro.

Qué vivencias, por dios.

1 comentario:

Javier dijo...

Que razón tienes.
Me gusta tu blog. Un saludo